viernes, 31 de diciembre de 2010

Qué manera tan grande de acabar el año. Gracias ^^


miércoles, 24 de noviembre de 2010

- Llamo para despedirme.
- ¿A dónde vas?
- No lo sé.
- ¿Cuándo volverás?
- Nunca.

martes, 23 de noviembre de 2010

Yo

Como siempre que comienzo a escribir algo importante, no sé cómo ni por dónde empezar.
Por el principio sería demasiado fácil.
Aunque he de comenzar, antes de nada, por los mapas y carreteras entre los que quería perderme. Realmente pensaba que podría desconectar absolutamente de todo, tres meses de silencio, de soledad. Sin ellos. Sin ella. Sin eso.

El avión comenzó a moverse. Las cosas tienen la importancia que uno les da. Y para mí esto es realmente importante. Agarro el colgante y me concentro. Pienso en todos los buenos momentos, en todos los recuerdos que merecen la pena, que me hacen sonreir, aunque sea con nostalgia. Lo decido de repente, necesito tener esa emoción en ese momento y para siempre. Se acabó, pienso, se acabó. Recordaré nada más que lo que me hace feliz. Todo ha merecido la pena, y te quedo eternamente agradecida. Y el resto, me permito olvidarlo. Te supero. Todo ha sido un sueño tan hermoso que duele despertar. Pero quiero despertarme. Y todo lo que vino después de la felicidad, dejo que se pierda en el limbo. Ya está, quedan los buenos recuerdos, los que no quiero olidar. Seguirás de esa manera dentro de mí, no quiero que desaparezcas. Por eso me siento bien. Porque no tengo que echarte de mí misma, y contigo, una parte de mí. Quiero que te vayas. El avión despega. Y en ese preciso momento, ya no estás.

Después de Lincoln esperaba muchas cosas. Muchos cambios en mi manera de ver las cosas, pero en gran parte ha sido como retroceder. De nuevo tengo lo que había perdido. Y hay muchas cosas de las que no me siento orgullosa. ¿En qué he mejorado? ¿Qué me ha aportado esto? Creo que me esperaba tanto, que me he forzado a mí misma a superar mis expectativas. Y no lo he hecho, porque en el fondo no quería forzarme. Entiendo que la vida pasa, azul, y yo no puedo controlarla. Vaya. Tal vez eso es lo que me llevo de aquí.
Y gente marabilhosa. Maravillosa. Absloutamente extraordinaria.
No me esperaba que nadie hablase mal de nosotras por ser españolas, pero tampoco esperaba encontrar personas como las que he conocido.
Lo esperaba todo, y noe speraba nada.
Quedan muchas cosas por decir, muchas cosas por hacer.
Otro día.
Tengo miedo... miedo, ahora que he encontrado mi lugar. Tengo miedo, confío en ti pero de nuevo me cuesta confiar en mí misma. No sé cómo soy, y empiezo a creer que esa es mi manera de ser. Y, ¿sabes qué? Me encanta.
Porque hay muchas cosas de mí que me han decepcionado, pero nunca es demasiado tarde. Quedan 7 días, y queda toda la vida.
Porque seguramente el camino que me espera a partir de esto, de ahora, de aquí, sea lo que yo estaba esperando. ¿Por qué forzarme a vivirlo todo ahora? Puedo vivirlo siempre.
Y sé que nada volverá a ser lo mismo. Cuando vuelva, yo habré cambiado, la gente habrá cambiado. No podremos hacer como que no ha pasado nada. Muchas cosas se pierden, algunas se ganan. Soy feliz aquí aunque sé que va a acabarse. Aunque sé que, aunque vuelva, nada será lo mismo. Ni mejor ni peor. Diferente. Y eso creo que es crecer.
Duele.
Mucho.
Pero me encanta.
Porque no dejo nada más. Sí, me lo repito tantas veces para convencerme a mí misma. Pero en el fondo lo sé.
Y no quiero olvidar nada.
Por eso dejo constancia de esto aquí, en eñ suelo de mi habitación azul, a las 23:55, apoyada en mi rincón, la espalda contra azul, Jim mirándome, Clarence ahí, y mi mochila.
La sensación con él, azul de silencio, ese momento. El momento entre los edredones, una niña de nuevo. Todos los momentos. Todas las personas.
Ahora siento Monelos como una realidad lejana, otro mundo. Y supongo que cuando esté allí de nuevo, será esto el sueño. Tengo miedo. Porque de un día para otro, cambiará todo.
Pero no lo pierdo.
Porque depende de mí. Ese es el gran reto.
Hay muchos contras y un solo pro: que nos queremos.
Pero ya sabéis, ya sabes, ya sé, que para mí siempre ha sido el más importante.


Camino entre los futbolines. Lenny y Mre Gallina juegan allá, la gente pasa a mi alrededor, las paredes verdes, las puertas azules, la sala de la tele, ahora podría ir a la cantine, pero mejor voy a escuchar canciones horribles que echaré de menos.
.....misery....

Terrasson 23-11-2010


Nunca me olvidaré.

Lo prometo. Y ya sabes que yo siempre cumplo mis promesas ^^



lunes, 8 de noviembre de 2010

Te quiero

Te quiero.
Te quiero tanto que duele, que quema, que respira.
Te quiero con las rodillas y con las uñas,
te quiero salvajemente con mis ojos
y te absorvo poco a poco entre el esmalte.
Te necesito.
Te quiero, te vivo y te deseo,
con cada uno de mis poros, en cada esquina del pasillo,
en cada rincón de ti,
déjame comerte una vez más,
deja que descubra con mi lengua
cada diminuta miga de sudor y piel,
cada gota de tus tobillos y tu nuca,
cada cosquilleo, húmedo,
prohibido de tu abdomen,
cada mordisco tibio
-jadeante-
de tu muslo, clávame tus colmillos,
ahí donde duela, ahí donde ya duele,
ahí donde sientas que los minutos de derriten.
Deja que juegue, deja que sea parte de mi cuerpo,
cada esquina de hueso
de lo que queda de ti.
Te quiero.
Con hambre, egoísta, con miedo.
Con terror e indiferencia.
Me muero por ti.
Como un estallido violeta,
ocho, domage, crevetes,
tus dedos, llamando a la puerta del cielo,
como si cada lamento, cada suspiro, fuese lo último
que exhalo de este maldito mundo.
Dios, cómo te quiero.
Araño realidades y sueños para verte.
Como tu voz de chicle, palabras mudas,
cosquillas azules -te quiero-
Gotas de lluevia hirviendo,
llorando, llorando caminos y caminantes,
llorando de alivio gotas naranjas,
gotas ardientes,
veletas que se clavan en mi vientre
sollozando y gimiendo todos los sabores,
-cada uno de los sabores-
de tus labios.
Una vez más, hagámoslo al contrario.
Porque te quiero.
Pero supongo que ya te habrán dicho
muchas otras veces,
que tienes la sonrisa más bonita del mundo.
Arráncame, rásgame, no me quieras
pero quiéreme.
Como chocolate con pollo,
estallidos de lluvia,
tus gemidos en la penumbra,
te quiero,
te quiero tanto,
te necesito y tengo tanto miedo.
Muero de terror.

Joder, te quiero.
Cómelo, arráncalo, grítalo, esnífame:
te quiero.

Mon petit chico.

martes, 19 de octubre de 2010

Como osé, como osé pensar que no te necesitaba.
Judas, el arbusto y el bosque viejo.
Quedaran todavia hojas por contar...

sábado, 18 de septiembre de 2010

ME PIERDO EN TI

Me pierdo en ti,
cada vez que alzas hacia mi tus pupilas
borras las huellas que deje en la nieve.
De nuevo me has arrebatado el camino, de nuevo
he de inventar un regreso y un ayer,
pero basta con que me mires
para olvidarlo todo
y quedar reducido, como el futuro y el pasado, a polvo.
Me pierdo en ti, no se caminar si no estas,
no se levantarme si me caigo,
pero si me acompanhas el viaje deja de tener sentido.
Y hoy ya no me quedan fuerzas para preguntarme por que.
Por que me deshaces y por que si no estas
me deshago yo mismo.

Si lo que tengo no basta para hacercarme a tu cuerpo,
entonces yo no soy nada.

viernes, 10 de septiembre de 2010

DONDE ME BUSCABAS

Donde me buscabas.
Cuando gritaba tu nombre, llamandote,
desde donde pensabas que
te necesitaba.
Me buscaste acaso bajo las piedras azules,
me buscabas entre las orillas lamidas del arroyo.
Se que fuiste hasta el tibio confin
de las palabras,
buscandome en la mas remota de las silabas.
Cuando lo unico que debias hacer
era extender tu mano.
Donde me buscabas.
En el alba, en el humo,
en los cigarros consumidos;
en el horizonte polvoriento,
en la ausencia.
Cuando estaba aqui mismo.
Viendo como removias tierra
y silencio para encontrarme.
Sin sentir lo que tenias tan cerca...
Donde pensabas que habia ido.
Donde me buscabas
cuando gritaba tu nombre.

martes, 31 de agosto de 2010

HOY

viernes, 20 de agosto de 2010

SIEMPRE HUÍ DE ESAS PALABRAS

El fin. Nunca más. Siempre huí de esas palabras. Y ahora, de nuevo, son inevitables. Demasiadas despedidas y jamases, y esta es seguramente la más dura
Darme cuenta de que lo he perdido todo irreversiblemente, el tiempo y la realidad se han impuesto como una angustia inevitable, una garra en la garganta.
Y realmente no sé cómo despedirme de ti.
Cómo decirle adiós a lo que más me importa en el mundo. Te necesito, no soporto perderte, no puedo dejarte.
Estoy destinada a absorver y respirar siempre cada una de estas paredes.
Hoy no quiero consolarme. Mañana será un nuevo día y amaneceré tranquila y optimista. Pero hoy sólo puedo sentir que necesito estar contigo. Y que no te tengo.
Dios, yo sólo quiero verte respirar, quiero ver cómo agitas el sobre de azúcar entre tus dedos. No pido nada más. Nada más. Tan sólo estar contigo y que finjas que esto no ha acabado.
Miénteme. No me mires a los ojos y di que sigues aquí.
Di "hasta mañana".
Aunque no nos queden mañanas y sea inútil retener el pasado.

CAMPOS DE MAÍZ


16-8-2010, Francia

Ahora mis lágrimas se han secado y mi corazón noe stá tan agitado... y ya no se me ocurren frases arrebatadas con las que comenzar a hablarte.
Tan sólo contemplo la noche azul tras la ventana...
Todo ha cambiado tanto. Nada ha vuelto a repetirse, y al mismo tiempo es todo lo mismo.
Las risas infantiles se han convertido en muecas distantes, la gasa de la habitación es ahora un rincón desordenado. Aquel olor de noche se acurruca ya en las esquinas de mis sueños.
Y a pesar de todo, con la calidez de tus recuerdos he conseguido traer de nuevo sus sonrisas inocentes, y sus ojos azules, me he acercado temblando a aquella cama y la he tocado, perdiéndome en mí misma como si de nuevo fuese alguna de aquellas noches.
Guardo todo.
Y sólo quedan los campos de maíz, la carretera interminable, y todas y cada una de sus curvas, cada árbol, acurrucan la esencia de tu amor, todavía exhalan ese "estoy aquí".
Y tú invades e inundas, llenas, vacías y creas cada rincón de mí misma
con tu sonrisa escondida cuando hablas, con tus caricias, con tus destellos encendidos.
Aunque ya no estés ahí. Esperándome.
Yo no me escondo en el pasado. Los recuerdos son mi realidad.







PD: No me tomes en serio. Sabes que no es verdad.

jueves, 19 de agosto de 2010

ANDRÈ

Mereces palabras bronceadas
y azules,
mereces que me acerque a ti
y balbucee algo.
Y no voy a hacerlo.
...
me duele.

Porque no me basta con contemplar
tu figura perfecta
ni tu maraña de pelo enredado
ni tu mirada dulce y
tus labios inocentes.

No me sacia observar
tu manera desgarbada de caminar
ni cómo agitas el aire y el agua,
ni quiero escuchar como tu voz
pequeña, escondida,
asoma a otros oídos
que no son los míos.

Tal vez es muy fácil acercarme a tu cuerpo.
Tal vez no es difícil acercarme a ti.
Pero si no lo es, ¿merece la pena?

No es la primera vez que me ocurre
y espero que no sea la última.

Lo peor de todo es que

que podría funcionar,
y aún así,
tiemblo, me encierro en mis ojos.

Las palabras se acaban
y sólo me queda mirarte.
Tu extraña manera de erguirte,
tu misterioso modo de aislarte.
¿Por qué motivo azul está solo alguien como tú,
Andrè?
¿En qué piensas cuando tus ojos se pierden a través del agua,
a través de mí,
a través de todo?

Nunca te hablaré,
porque no me atrevo
a intentarlo.
Sólo me queda mirarte.
Mirar tus ojos dulces, tu maraña de pelo enredado,
tu sonrisa escondida, tu voz solitaria,
sentir cómo muerdes tiernamente mis entrañas,
ver cómo no me ves,
ver cómo no ves nada,
ver cómo te alejas.

En qué estarás pensando, Andrè,
cuando yo me vaya.
Chico azul de las mañanas.



miércoles, 11 de agosto de 2010

BOX OF SILENCE

Se sentía tan solo, tan hondo y escondido en la oscuridad de la noche, tan intenso y silencioso. Sentía las palabras que no podía decir, las que seguía esperando cada vez que el añil caía, cuando, sobre el murmullo de los grillos y las libélulas, rasgaba su violín. Cada noche aquel lamento desesperado laceraba las últimas gotas de vida que le quedaban, haciendo beber el azul del amanecer el rojo de su sangre. Y no quedaba nadie ya para escucharlo. Pero él se sentía tan hondo, tan intenso y silencioso, escondido en la oscuridad de la soledad.




martes, 10 de agosto de 2010

441

Sólo puedo desearte en silencio,
pero mi silencio grita y arde en llamas.
Y el fuego abrasador quiere quemar mis labios.

El remolino de retuerce en mi interior
y arranca las lágrimas, intentando hayar un poco más de tiempo,
no brotar
todavía a tu cuerpo.

viernes, 6 de agosto de 2010

ROCK SUCIO

Necesito un golpe, necesito vaciar mi vacío.
Necesito humo y blanco y negro.
No quiero luces de colores.

SE DESHACÍA EN EL HUMO

... se deshacía en el humo...
pero a ella no le dolía,
había aprendido a beber morado el gris de la lluvia.

Y entre brisas azules y vapores púrpuras,
su figura se desvaneció mientras ella
recordaba su última mirada.

De todas maneras...
¿importaba acaso?

martes, 3 de agosto de 2010

DECEPCIÓN

Cuando pretendía recogerte,
cuando pretendía acunarte entre mis manos,
y de pronto tu antifaz se quebró como el humo
y algo en tus mejillas hizo estremecerse el mundo.
Tu máscara perfecta, hecha trizas sobre
tu piel inquietante y repugnante.
No sé si escondes melancolía o rabia.
Pero te escondes.

Y ahora que sé cómo eres,
no cabes entre mis manos.

Por qué no me has dejado cuidarte.

jueves, 29 de julio de 2010

AIRE


Aire, una bocanada
de aire

...............................un respiro

........un momento
.............para.................................cerrar

....................................................................los OJOS.



...........................................para pensar y no pensar


Para hacer cosas absurdas sin sentido que dan sentido a la absurdez.



sábado, 24 de julio de 2010

JUST FOR ONE DAY

I...
I wish you could swim,
like the dolphins,
like dolphins can swim.

BUT NOTHING!
Nothing,
will keep us together...
we can beat them,
for ever and never...

OR WE CAN BE HEROES,
just for one day.

Who cares really? Do I? Do you?
Yes, she does.

Pero sólo quedan ya campos verdes y púrpuras.





viernes, 23 de julio de 2010

LAS NUBES VENDEN DROGA

Las nubes venden droga.

Acechantes, siempre sobre nuestras cabezas,

paranoicas, girando sobre si mismas en un juego

de sombras y carmín.
Maniatada la chica alza la vista al cielo.
Los colores pesados oprimen sus ojos,
los aromas ácidos agitan su pecho.

Flácidas son las horas, axfisiantes los minutos.

Aturdido el hombre baja la vista al polvo removido
y recorre sus piernas marrones
con un golpe de mirada.

Rojo, azul.

Sus labios se entreabren.

Tan solo son escusas para no volver.

sábado, 17 de julio de 2010

HERE

Aqui. Ahora. Me asusta mirar el reloj y comprobar los pocos minutos que me quedan antes de que me arranquen de aqui. De mi lugar. Del sitio que he encontrado para crecer, para observar, para creer, para confiar, para dejar de temer y para temer a no tener miedo.
Amo cada esquina, cada adoquin de High Street, donde he pasado momentos inolvidables e... irrepetibles. Se me anuda el corazon. Me muero cada vez que lo pienso. Y me doy cuenta de que, efectivamente, hay cosas que no duran para siempre. Y mis ojos comienzan a arder con lagrimas abrasadoras de desesperacion, y entonces pienso que todo formara parte de mi, que los momentos que no recogio una camara, que las palabras que no puedo recordar, que las direcciones que me olvide pedir... TODO esta aqui. Y aqui significa Lincoln, y significa yo. Porque creo que aun no me he encontrado, no se lo que soy ni realmente lo que quiero, pero si se que volvere, y eso es lo unico que puede abrirme una brecha en el abrumador horizonte. Y por eso se que, aunque no sera lo mismo, sera especial igualmente. Me lo prometo a mi misma. Me lo debo, a lo que soy ahora y a lo que sere. Porque aqui si que dura para siempre. Y eso es lo unico cierto ahora, y sigo creyendo en ello para siempre. Eso es lo que he encontrado de mi. Siempre hay un final, pero tambien existen nuevos comienzos. Y no tienen por que ser cosas distintas.
Eso soy yo, un final y un comienzo prometido que me mantiene viva, llena de deseos pendiente sin cumplir que me rompen por dentro, pero que me haran la persona mas feliz del mundo cuando los haga realidad y salde cuentas con el pasado, recordando quien era antes y quien sigo siendo.
Por eso, cuando me obligan a dejar Lincoln, me obligan a dejarme a mi misma...
Porque aqui significa Lincoln y significa yo.
No puedo irme. Y por eso me perdere a mi misma y volvere algun dia para encontrarme.
Es el final o es un comienzo?

No lo se
Simplemente es aqui

Here forever

jueves, 24 de junio de 2010

miércoles, 2 de junio de 2010

Contigo




Para mi clavo oxidado...

jueves, 6 de mayo de 2010

LLORA

Porque ya nada tiene sentido,
llora.
Porque la lluvia no es violeta sino gris,
llora.
Porque la música ha terminado y has apagado las luces,
llora.
Llora porque no tiene ya sentido llorar.

Porque no quedan pañuelos con los que secar las lágrimas,
es el momento de llorar.
Porque no solucionará nada,
llora.
Porque sabes que ni siquiera eso te aliviará,
llora.

Llora porque no tiene ya sentido llorar.

domingo, 2 de mayo de 2010

...

Es una sensación extraña, no tiene la frescura de aquella canción, ni la calidez de esos acordes, tampoco tiene la profundidad de sus palabras ni los colores de la foto. Es tan sólo tristeza derramada, perezosa cayendo por los muros de la melodía. Una sensación extraña. Ser sin ser, estar sin estar. Doler sin sentirlo. Como una lluvia transparente que no moja, pero que atraviesa el chubasquero y te cala hasta los huesos.
Es una sensación extraña la de tu vacío. Eso es lo único cierto ahora. La música puede haber dejado de sonar, la noche puede ser clara y el día oscuro, pero tu silencio sigue siendo silencio, y tu ausencia sigue haciéndome sentir sola.

viernes, 30 de abril de 2010

AMANECER

No veo apenas
lo que está delante de mí
en la oscuridad.
Ni siquiera puedo sentir su espalda
al extender las manos.
Es noche cerrada, demasiado negra
como para dejarme ver las cosas que verdaderamente
importan.
¿Qué es lo que ha tapado la luna?
¿Eres tú,
o soy yo?
¿Por qué sigo caminando
aún con riesgo a tropezar?

Porque aunque sea de noche,
y por muy cerrada que caiga,
siempre habrá un amanecer.

No te rindas en la oscuridad.
Por más que dure, no es eterna.

lunes, 26 de abril de 2010

RÁSGAME PERO NO ME ROMPAS

Tantéame si quieres, deslízame por el mástil,
acércame y aléjame después,
provócame,
hazme pensar un poco en ti,
rásgame con tus dedos a través de las cuerdas,
pero no me rompas.
Juguetea, sácame algunos acordes,
golpea si quieres la madera barnizada,
clava tus uñas entre las notas,
hazme sentir tu presencia,
pero no me fulmines.
No me lleves hasta un si menor porque no sé si podría soportarlo.
Hazme sufrir...
...pero no demasiado.


Ten cuidado al tocar tu melodía. Las cuerdas podrían romperse.

lunes, 19 de abril de 2010

TE LLORÉ

Para Jim

14- 4- 2010, París, habitación del albergue junto a la ventana...

Te lloré.
Derramé mil veces mi dolor por ti
antes de atreverme a romperte.
Inundé hasta la suciedad descosida
tus fotos desgastadas
antes de forzarme a olvidarlas.
Te lloré.
Hasta la agonía, te sollocé insaciable.
Antes de decidir negarte.
Abruptamente, sin una huella.
Ni siquiera tiraré tus discos, tus sábanas.
Simplemente nunca has sido tuyas.
Simplemente nunca has estado ni sido.
Y ahora, tantas mañanas después,
sólo lloro tu ausencia.

domingo, 18 de abril de 2010

QUIERO VOLVER


Lo echo de menos, daría cualquier cosa por estar allí.

Todas y cada una de las sensaciones se quedarán grabadas en mí, desde el adormecimiento entusiasmado del autobús, la frase en clave de "apaga el puto móvil" y a continuación las risas y las fotos hasta la saciedad, el sentimiento desbordante cuando llegué a París y supe que Jim había visto y tocado las mismas cosas que las que vi y toqué yo...


Daría cualquier cosa por estar allí.


LA MEJOR SEMANA DE MI VIDA

Quiero que sepas que he pasado la mejor semana de mi vida. Y ha sido sin ti.
No ha sido contigo con quien he contemplado las estrellas sobre el césped.
No estabas ahí cuando parecía que hasta el aire me hacía cosquillas y caía al suelo de la risa.
Iba sola cuando caminé por el Maraise sintiendo las emociones más especiales de mi vida.
Faltabas también cuando capturaba todas las sombras y luces en las calles parisinas al atardecer.
No es a ti a quien echo de menos.

He pasado la mejor semana de mi vida. Y en ningún momento la habría cambiado por ti. He sido feliz yo misma, sin depender de cómo te sintieras hoy o de si decidieras llamarme o no.

Ha sido inolvidable.


Candy, Mana, Raquel, Águeda, José, Paula, Carmen, Memén, Laura, Alemi... gracias.


Jim... te quiero.

miércoles, 14 de abril de 2010

... and now I AM here feeling YOU...

miércoles, 7 de abril de 2010

¡PARÍS!


No voy a disimular mis carcajadas


ni taparme de la
lluvia
de colores,


no voy a molestarme en ser diferente


,,,,,,,,,,,, ni en ser igual a los demás.


... tal sólo llévame de la maNo bajo la luz de la luna...


......... ... donde las cosas más sencillas...


.... ..... ^^^^^^^´´´´ ´. . ....... y las más complicadas............. .....


... dejan de tener sentido.



Qué más me da ser corriente y entusiasmarme en la Torre Eiffel, que ser especial y perderme en los barrios morados del existencialismo *Tan sólo ser yo misma*














miércoles, 31 de marzo de 2010


A CAFÉ

A café.
Sabían a café aquellas tardes de invierno.
A gris.
Olían a gris húmedo a través de los cristales.

Rincón donde yo deshacía ante ti
mis problemas y palabras,
anudadas hasta entonces en mi garganta,
y que ahora me parecían tan frágiles y vacías,
sólo con que tú las escucharas.

A lluvia.
Se sentían de lluvia esos momentos,
entremezcladas las gotas con el repiqueteo de un reloj,
una carrera esférica que siempre acababa
demasiado pronto en las agujas.

A humo.
Se desvanecían como el humo las preocupaciones
cuando tú, mirándome con tus ojos grises,
decías que todo iba a salir bien.


A ti.
Sabían a ti aquellas tardes de invierno.
Eras tú su olor, su sentido.
Y tú te desvaneciste con ellas.
Demasiado pronto en el tiempo.


Pero gracias por todos los cafés saturados de azúcar, y por escucharme. Gracias.

HACERTE SÓLO UNA CHISPA

Me gustaría hacerte sólo una chispa de mi cuerpo.
Convertir, de lo que fue un mar, una gota.
De lo que fue un campo devastador, una brizna de hierba.
Estrujar tu inmensidad en algo diminuto agachado en un rincón.
Cuando olvide que tengo que olvidarte,
tu brillo quedará reducido a una sombra
que llevaré sobre mi misma
sin que nunca más vuelva a cegarme.

domingo, 28 de marzo de 2010

NO ES CULPA MÍA


Dices que no esperabas esto.

Pero no es mi problema si has cerrado los ojos hasta ahora.

No es culpa mía si te refugias en la necia oscuridad de la indiferencia.

No fui yo quien te pidió que dejaras las luces apagadas entre cervezas

- ni quien entre gritos silenciosos te rogó que me ignoraras-.


Si esto no es lo que querías

tu maleta ha estado en la puerta desde siempre.

No es culpa mía si no has querido cogerla.


Al llegar a este acorde siempre me siento triste. Siempre se derrama mi mundo, derretido de nuevo por tu esencia escondida en una nota, en una cuerda estremecida por dedos que ya no conozco.
Y yo sigo buscando una manera de escupir tu rostro, de gritar tu cuerpo, de arrancar de mí lo poco que has dejado olvidado a mi lado.

miércoles, 24 de marzo de 2010

ARRANCARÉ LA TIERRA

Apasionadamente, arrancaré la tierra y arañaré las sombras
para encontrarte de nuevo.
Desgarraré el polvo húmedo de tu reposo,
te buscaré con las uñas insaciable,
arrebataré tu calavera blanca a los gusanos y
la besaré mil veces
- como en vida otras mil deseé besarte-
Besaré fieramente tus huesos,
entre los que estalló tu mente,
tus colores, tu poesía, tus palabras,
ambas tus manos alrededor de mi rostro.
Apasionadamente, arrancaré la tierra y arañaré las sombras
para encontrarte de nuevo.
Ni el silencio ni la muerte te llevarán de mí.

domingo, 21 de marzo de 2010

EL MAR ME HARÁ PENSAR EN TI

Sus piernas dejaron de funcionar en cuanto la vio a ella, rendida, en el lecho.
La enfermera se retiró en silencio y cerró la puerta tras ella con un leve crujido.
Él se desplomó a su vez sobre la silla blanca y aferró la mano de Azul, que colgaba ya casi inerte de un lado de la cama. Entreabrió los labios pero el sonido se atragantó en su garganta, enredado en el nudo que aprisionaba su estómago y su mirada.
Entonces Azul abrió los ojos, y observó largamente su rostro, tan cerca del suyo, y sus manos entrelazadas, y cuando él menos lo esperaba esbozó una sonrisa. Una sonrisa como la que había logrado pintarle a él tantas veces en las palabras.
- He venido a despedirme- gimió dejando un trozo de su voz en la herida de su garganta.
Ella asintió levemente y apretó con suavidad la mano que él tenía cogida entre las suyas.
- ¿Crees que podrás olvidarme algún día?- susurró.
Entonces las ganas desgarradoras de llorar que lo sacudían desde dentro fueron casi incontrolables y no le permitieron entreabrir la boca más que para intentar esbozar una sonrisa. Agachando la cabeza, la sacudió enérgicamente varias veces, hasta acabar dejándola caer sobre el regazo consolador de Azul.
- No, Azul, no... no... yo no podré olvidarte nunca. No podré olvidar la manera en la que pintaste mi vida, en la que teñiste todos mis amaneceres de añil y mis tardes de violeta. No veo cómo podría vivir sin ti. Todo será transparente de nuevo. No puedes dejarme, Azul, no... yo... yo no veo cómo podría -y la voz dejó de responderle y se quebró en esa última palabra.
Cuando abrió los ojos de nuevo percibió que su rostro había empadilecido más todavía, y el pulso de su muñeca se había hecho más débil. Temblando, acercó su mano los labios y la acarició.
- ¿Qué... te hará... pensar en mí?
La luz pálida de la ventana se derramó sobre el colchón azul y sobre sus cuerpos estremecidos.
- El mar... el mar me hará pensar en ti. El color del mar, la brisa, su olor como el primer día en el que te conocí. - la imagen de ella corriendo a través de la orilla persiguiendo sus cartas lo invadió haciéndose espuma sobre todo su aguante. De pronto, las lágrimas que había estado reprimiendo todo ese tiempo desbordaron sus ojos y se desplomó sobre ella, sollozando. - Y la lluvia, Azul, la lluvia, como aquel día en el que te dije por primera vez que te quiero. Y los pájaros... los pájaros en el cielo gris me harán pensar en ti.
Y ella escuchaba, y sentía que se desvanecía entre paisajes y sensaciones, y notaba cómo su mano ya no le respondía al intentar aferrar la de él.
- ... y cuando caigan las hojas... las hojas amarillas y moradas, las tardes de tinta y todo lo que me enseñaste a ver. Todo, Azul. Absolutamente todo me hará recordarte siempre.
Y él vio cómo un último detello azul se asomó a sus ojos antes de cerrarlos suavemente con una sonrisa. Azul. Para siempre azul.

ANTES DE QUE SE FUNDA EL ALBA

Brindemos por última vez
(en un crepúsculo abandonado)
y caigamos rendidos sobre la arena;
absorvamos la marea con nuestra sedienta piel... deja que
la noche fulmine el fuego,
escondámonos en la sombra antes de que se funda el alba.

Ahora que todavía queda una gota de
vida en nuestras gargantas,
brindemos por última vez
juntando nuestros labios.
Déjame probar el sabor de tu orilla,
morder el rastro de la marea en tu cuerpo.

Antes de que nos sorprenda la oscuridad del día.

TUS MENTIRAS

Telaraña que tejes con silencios creciendo por las paredes huecas de tu ausencia.
Hiedra ponzoñosa y gris que se quiebra en tu lengua estremeciendo mis oídos y tu paladar.
Mentiras.
Mentiras que siento por tu manera de mirarme, por tus pupilas inseguras temblando inclinadas bajo tus párpados.
Por tu forma de recoger tus manos y tus gestos temerosos y desafiantes a la vez.
Por tu timbre atronador, tu insistente vacío, reconozco cuándo me mientes por cómo tu voz se desliza a través de los cristales empañados.

ARDE EL HIELO

Arde el hielo.
Y de mil maneras la noche se derrama
sobre tus hombros.
Estalla el crepúsculo.
Encaramado en tus mejillas,
sonríe tentador desde tu piel
encendiendo mis caderas.
Nace la batalla
entre el rojo y el negro
que se funden en el horizonte tembloroso
de tu cuerpo.
Se arrastra el sol.
Hacia la ladera montañosa del otro extremo
de tu espalda.
Se rinde el día.
En tu boca asoma el negro de la noche
diminuto y hondo.

Se hiela el fuego.
Cuando en tus pupilas se apagan las estrellas.
Y se rompen el crepúsculo y la noche
en el olvido.

sábado, 20 de marzo de 2010

20-3-1009 Balneario de Mondariz



En el coche comenzó a sonar aquella canción. Pero ella no pensaba que podría llegar a pasar nunca realmente...
Ideas de papel. Ideas que en una sola noche se quebraron con el silencio.

A partir de entonces nunca volvió a pensar en aquello. Intentó verlo a través de un cristal de indiferencia. Sólo a veces se daba cuanta de todo lo que había perdido. Sólo a veces, entre las carreteras verdes de trigo francesas, le inundaba el dolor. Y se ahogaban sus palabras y sólo lo veía a él.
Pero poco a poco, aprendió a inventar el olvido.
Un olvido muy frágil que demasiado a menudo se rompe como las ideas de papel.
Por ejemplo, ahora mismo.

Y de nada sirve el verano azul.

viernes, 19 de marzo de 2010

CUMPLIR UN SUEÑO

Cuando pienso que voy a cumplir un sueño...

Cuando me di cuenta de que todo lo que más había deseado va a hacerse realidad...

Cuando me percaté de que realmente nunca había sido demasiado tarde...

... por primera vez me atrevo a volar alto sin temer la caída.

lunes, 15 de marzo de 2010

Como una cruel verdad, vio su rostro reflejado en la superficie del lago. Su piel marcada por las profundas cicatrices, su mirada perdida y sus pestañas enmarañadas alrededor del verde. No distinguió ya si el el destello de sus pupilas era el brillo del agua o un amago de dolor.
Tan sólo puedo escuchar aquella canción y pensar en ti. Sólo queda eso de lo que fue y de lo que pudo haber sido.

domingo, 14 de marzo de 2010

VEN

Ven.
Ven cuando la caída de las hojas haga que te invada la tristeza.
Ven cuando la lluvia seque la última calle azul.
Ven.
Cuando ya no tenga sentido esperarte.
Ven cuando desde lugares lejanos ya no se escuche el silencio...
Ven cuando las mañanas amanezcan rojas y violetas.
Cuando ya no se espera a nadie, yo te seguiré aguardando con todas mis fuerzas.
Y las hojas, la lluvia, el silencio y las mañanas me harán pensar en ti.
En ese momento...
ven.

martes, 9 de marzo de 2010

TE RECITARÉ EL MUNDO

Para Álvaro

Te recitaré el mundo.
Arrancaré para ti el gemido del amanecer,
el murmullo del viento,
el quejido hondo y silencioso
de las montañas.
Te susurraré al oído el eco,
y el rumor del mar y los minutos,
y depositaré en tus labios el sabor de
una estrella,
o el crujir de los sonidos bajo tu boca.
Te crearé el humo del cielo
o la bruma en el asfalto,
el gris y el naranja centelleando
intermitentes en tu sombra.
Te daré la tierra y los olores,
el sabor del silencio húmedo de mi piel,
el sabor de las palabras,
y el mío.
Te recitaré el mundo.
Al oído, suavemente... para que sólo tú puedas oírlo.

miércoles, 3 de marzo de 2010

TODAVÍA ME DUELES

Todavía me dueles.
Todavía se me clavan los amaneceres limpios y bemoles en un rincón inconsciente de mí mismo.
Cada vez que percibo una esquina en la acera, ahí estás tú acechándome.
Cada vez que se funde mi sombra con el negro del asfalto, ahí encuentro tu sombra fundiéndose también.
Cada vez que me hundo en el abrazo de otras palabras, allí te siento a ti de aferrándote a mi piel.
Cada vez que me sumergen nuevos ojos verdes, ahí te veo, dulcemente, observándome...
No puedo deshacerme, aunque a veces te sienta muy distante, de todo lo que para mí fuiste, del aire que sólo por ti respiré durante tanto tiempo...

Tal vez camuflada entre recovecos de tiempo, yacerás siempre en mi manera de ser y sentir...

... aunque pasen los años...
... aunque cada día estés más lejos.

Todavía hay algo de ti que me marchita y mata por dentro.

martes, 2 de marzo de 2010

NOTHING ELSE MATTERS...



Me asombra lo importante que se ha convertido para mí esta canción en los últimos tres días... = )

domingo, 28 de febrero de 2010

TEMBLANDO

Temblando. Sacudiéndome sin poder evitarlo, presa del espasmo, de la angustia turbulenta que me empuja por debajo de mi piel... En penumbra, una luz insoportablemente hermosa a cada lado de mí... ¿qué camino deberé tomar? La incertidumbre me mata. Porque sé, que escoja la dirección que escoja, será la equivocada. Alguien saldrá dañado. El error ya está cometido.
Y tiemblo de dolor. ¿Por qué tengo que hacer sufrir a alguien con cada paso que doy?

sábado, 27 de febrero de 2010

OTRA NOCHE SIN DORMIR (contigo)




Feliz percepción de la vida, Álvaro ;)
me alegra que me leas a mí.

ESCUPIR LA VIDA

Sus pasos eran inseguros a medida que se acercaba a la puerta entreabierta del baño. Miró hacia el suelo de baldosas, hacia sus pies delgados, sus pantorrillas temblorosas. Lentamente, se arrodilló frente al retrete y sintió el frío blanco del suelo. Todavía notaba el peso de la última comida en el estómago. Le habían obligado a acabar el plato aunque ella ya no quería más. Se sentía terriblemente culpable por haber resistido tan poco y comido tanto. Sus manos finas se tensaron y clavó las uñas en su muslo. Odiaba vomitar. Siempre lo había odiado. Odiaba esa sensación en la garganta, que le hacía creer que podía ahogarse. Aquellos sofocos cuando no conseguía respirar entre las arcadas.
Sintió que se ponía pálida sólo de pensarlo, y sus piernas se tensaron inconscientemente para levantarse. Pero entonces acudieron de golpe la cara de el chico, sus palabras, el pantalón ajustado, la aguja de la báscula. Y ella hundió el rostro entre las manos, y se dejó llevar un momento por el pánico. No quería hacerlo. No quería moverse de allí. Odiaba las náuseas, y se sentía despreciable por estar tan sucumbida por la opinión de los demás. ¿Hacía todo eso por esa razón?
Sin darse tiempo a pensar, se inclinó sobre el retrete, alzó la tapa rápidamente y metio los dedos en su boca cerrando los ojos con fuerza. Los retuvo unos instantes contra el paladar, y entonces los impulsó hacia su garganta, y sintió una arcada que sacudía su pecho. ¿O era un sollozo? Volvió a empujar la mano, y sacó los dedos mojados de saliva , al tiempo que el vómito inundó su boca y cayó por el pozo blanco del retrete. Como todas las veces, ella sintió que se ahogaba, y se aferró con ambos brazos a la taza del báter jadeando. Las lágrimas ardían bajo sus párpados. Volvió a sacudirla una nueva arcada, y escupió un chorro de vida. En ese momento abrió los ojos, y el líquido y su color amarillo, le parecieron su dignidad, su alegría, su fuerza, que las estaba sacando de sí misma a costa de meter los dedos. Sólo duró un segundo. Pero ya no se sintió capaz de segui devolviendo. ¿Y al día siguiente? ¿Lo haría de nuevo? ¿Continuaría con esto hasta llegar a los 49 kilos? ¿Y entonces? ¿Sería capaz de parar o seguiría escupiendo vida?
Se enderezó frente al retrete, y todavía se quedó allí minutos enteros. El sabor amargo del vómito envolvía su paladar. El sabor de la derrota.

viernes, 26 de febrero de 2010

Me gustaría estamparte la cara contra el cristal, y romperlo, y que caigas a la acera, y que estalles tu cabeza contra el asfalto, y que lo último que oigas antes de la inconsciencia sea mi carcajada distorsionada.

Sangra.

TE HE ECHADO DE MENOS

Te he echado de menos y me gusta esa sensación. Todavía no te quiero... pero hay algo... que me cautiva. Que me hace pensar en ti constantemente. Que hace que me sienta parte de tu cuerpo aún sin haberte tocado. Y aún no sé qué es. Pero hoy no has venido y te he echado de menos. Porque tal vez haya encontrado en ti la luz en un pozo, o la superficie entre la tormenta. Y me gusta comprobar que puedo extrañarte tanto como lo extrañé a él. Y todavía no me has echo sufrir, aún eres un sueño, un capullo que dejaré que se abra entre mis manos.
No es que te vea a menudo... todavía queda mucho pendiente. Demasiado tal vez. Pero me encanta sentir esas ansias por estar a tu lado, ese paso de los días huecos e inertes si no hablo contigo, tal y como lo sentía cuando no estaba él.
Me asustaba no volver a pensar lo mismo de una persona después de haber pensado sólo en el pasado. Pero hoy, por primera vez, desde la oscuridad, he sentido ganas de ver la luz de nuevo. Tal vez me deslumbre, tal vez me ciegue. Pero tengo ganas de intentarlo.
Todavía no te quiero... pero hoy te he echado de menos.

TAL VEZ NUNCA LLEGUE A DECIRTE TE QUIERO (¿historias de color morado?)

Me duele pensar que tal vez nunca llegue a decirte te quiero.
Imaginar que nunca llegaré a atreverme a dejar caer esas dos palabras en tu piel, como un susurro, como un garabato, o como un beso.
Recordar que cuando pude habértelo dicho... no lo hice.
Y saber, que cuando lo haga, tal vez ya no sea cierto.

Porque todavía extiendo mis manos hacia ti, tanteando la penumbra... pero no sé si podré resistir mucho más la soledad.

Nunca pensé que fuera demasiado tarde. Pero te estoy perdiendo y me duele.

miércoles, 24 de febrero de 2010

NO ME DEJES (¿historias de color morado?)

- Seré la sombra de tu sombra, nunca volverás a verme cuando no quieras hacerlo, te prometo que no lloraré más para no ponerte triste. Guardaré mi dolor dentro de mí. Siempre te seguiré en la distancia, sin cruzamer en tu camino, para que andes lo que quieras, como quieras... y con quien quieras. Te seguiré, sin que tú lo sepas, a cualquier parte que vayas, para ayudarte en lo que necesites, para dártelo absolutamente todo si alguna vez vuelves a querer algo de mí. Para tenderte una mano cada vez que tropieces con una piedra en el camino, para hacerte creer de nuevo que vale la pena levantarse. Aunque no sepas que soy yo la que está a tu lado, aunque nunca me agradezcas que me acerque despacio, seguiré escuchándote, ayudándote a volar otra vez. Porque te quiero, y nunca es demasiado tarde para querer a alguien. Seré la sombra... de tu sombra. Pero por favor... por favor... no me dejes.

No te vayas. Por favor.

- Lo siento. Ya no quiero nada de ti... - alzas la vista y me fulminas con los ojos.

No.

- Por favor, por favor, no volverás a verme, iré siempre detrás, por favor... no hace falta que te marches.

No me dejes ahora, no te metas en esa maldita furgoneta, no enciendas el motor, no dejes que el crepúsculo se funda con tu silueta escapándose por el horizonte.

- Marta, Marta... no llores- lentamente, te acercas a mí y extiendes la mano hacia mi mejilla. Acaricias mi piel, mezclas tus dedos entre mis lágrimas.

- Todavía... ¿todavía me quieres? - sollozo. Sé que es absurdo preguntarlo en estos momentos. Pero necesito saberlo.

- Lo siento, Marta... lo siento. - tu mirada es triste de verdad... ¿por qué lo sientes? Ya no puedo pensar en nada. Nada. Pierdo el equilibrio, y caigo sobre tu cuerpo, sobre la mano que acaricia por última vez mi rostro. Tú me sujetas unos segundos, interminables y fugaces segundos.

No. No me sueltes. No te vayas.

Lentamente, deshaces tu abrazo y yo sollozo desgarradamente, desde dentro de mí, desde mis entrañas, como un rugido de dolor.

- Todavía me quieres. - ya no es una pregunta.

Y tú te giras por última vez hacia mí, y apretando los labios temblorosos, dices que no con la cabeza.

¡NOOO!

- Por favor... -ya no soy yo la que habla... es un hilo de voz que se pierde entre el ruido metálico de la puerta de tu furgoneta azul cerrándose.

Siento que el suelo pierde solidez bajo mis pies. Todo se tambalea ahora...

... todo mi mundo...

Por favor...

... se...

... por favor...

... tambalea.

... no me dejes.

TAKE ANOTHER LITTLE PIECE OF MY HEART

martes, 23 de febrero de 2010

LA INMENSIDAD


- A veces imagino que la noche está ahí, al alcance de mi mano... y que yo agito mi puño lleno de harina, y salpico el cielo con eso, llenándolo de estrellas... ¿te imaginas que las estrellas olieran a azúcar, o a sal... o a queso? La luna debe saber a queso de cartón.

Él se giró hacia ella, y sus rostros quedaron mirándose fijamente, sus cuerpos tendidos todo a lo largo del campo.

- Lo que a mí me maravilla - suspiró él- es que nada podría abarcar el universo. Nada puede recoger lo infinito. Es incluso impensable. Por eso es tan abrumador. Los humanos estamos acostumbrados a darle un sentido material a muchas cosas, pero esto... esto no podemos recogerlo en números, ni en tiempo, ni en... nada. Como los sentimientos. El cosmos son astros de colores, olores, sonidos, oscuridad, luz, luz infinita. A veces pienso que cada persona tiene su lugar en él. Porque es el todo.

lunes, 22 de febrero de 2010

A QUÉ SABEN LAS ESTRELLAS


-Y, dime... ¿a qué saben las estrellas?

Y él se giró hacia ella y la miró a los ojos.

-Mis estrellas saben a ti.


domingo, 21 de febrero de 2010

HÁBLAME DE LAS ESTRELLAS


-Y esa luz de allí- indicó él, señalando con el dedo hacia un punto lejano- es Venus. Es la que más brilla.

¿CICATRIZAN ALGÚN DÍA LAS HERIDAS?

Cada día que pasa es una nueva cicatriz en mi piel. Tengo miedo de que puedan volver a abrirse. La nostalgia juega con ellas, tanteando las yagas.


Pero lo que temo es que una herida mal cerrada sangre de nuevo. No sé por qué un sueño, o un reencuentro fugaz tienen el poder de herirnos tanto. Años sellando una marca, una noche para hacer temblar sus pliegues.


Por favor, no sangres de nuevo. Pensé que estaba curada de ti. Ha pasado tanto tiempo.





Pero, ¿es posible sellar la vida misma?

¿POR QUÉ AHORA?

¿Por qué ahora, que lo tenía todo tan claro, apareces tú de nuevo? Si sólo fuiste un abrir y cerrar de ojos en mi vida, ¿por qué me siento tan vacía de pronto ahora que pienso otra vez que contigo podría ser posible? ¿Se cierran alguna vez las heridas? Cada día que pasa es una nueva marca en nuestra piel, pero, ¿ha cicatrizado la tuya realmente? No quiero que sangre de nuevo, no es justo que pase esto ahora. De pronto me siento perdida de nuevo, sola.
Parece que el destino nos ha burlado juntándonos sin darnos cuenta una segunda vez. Nunca me habría acercado otra vez a ti si supiera quién eras.

¿Por qué ahora?

Todavía no consigo creerlo.


¿Y por qué sigues siendo tan maravilloso? No quiero acercarme demasiado, tengo miedo a llegar a quererte como antes. ¿He dejado algún día de hacerlo?



jueves, 18 de febrero de 2010

LA CHICA DEL VESTIDO ROJO: PRÓLOGO

PRÓLOGO

Él ya sabía lo que iba a suceder. Cuando María curvó el cuello hacia arriba y alzó la barbilla. Cuando sus labios se entreabrieron, y percibió la sombra de dos hoyuelos que comenzaban a asomar a sus mejillas. Cuando de un momento a otro el rubor asomó en sus pómulos bronceados. Cuando la alegría se encendió en sus ojos como una chispa y sus pupilas bailaron a lo largo de la habitación. En un segundo, su rostro había cambiado por completo, se había transformado de pronto en el vivo eco de su felicidad.
Él ya sabía lo que iba a suceder, y aún antes de escucharla una cálida sensación se le anudó a la garganta como si él también quisiese hacerlo. Pero no podía más que contemplarla, observar vivamente su entusiasmo, compartirlo en silencio pero sin mostrarse alegre ante ella.
De pronto, su boca se abrió desmesuradamente dejando al descubierto sus grandes y blancos dientes... y la risa comenzó a asomarse a través de sus labios como un gorgoteo. A medida que se sucedían los instantes, su carcajada se volvió más fuerte, salpicándolo a él con su sonido contagioso, haciéndole más doloroso el nudo en la garganta.

A LA BASURA

El día de ayer me gustaría arrugarlo como un papel y tirarlo a la basura. Creo que vale la pena vivir el dolor, el desengaño, la decepción, sufrir por amor, soportar la soledad. Pero creo que la mierda no merece ser vivida.

miércoles, 17 de febrero de 2010






























domingo, 14 de febrero de 2010

LOS QUE CAMINAN LA NOCHE

¿Es una canción un conjunto de notas? ¿Un programa de ordenador repleto de sonidos? ¿Unos monótonos dedos subiendo y bajando por el mástil de una guitarra?
Para mí la música va más allá de eso. Todo lo que consigue transmitirme un sentimiento, todo lo que me lleva a recordar momentos que me gustaría vivir de nuevo (y eso me pasa demasiado a menudo), todo lo que se pega a mi piel e incluso la atraviesa como si la adrenalina fueran agujas ardientes que me obligan a moverme al ritmo de una melodía. Cuando las notas van más allá de esquemas en un pentagrama, cuando toman vida por sí mismas y se dibujan en el aire, cuando te da la impresión de que si alargas el brazo podrías alcanzarlas como las esterllas.
¿Es un concierto un grupo de músicos tocando por dinero? ¿Una masa de gente agitando los brazos con rostros impenetrables? ¿O simplemente con la alegría artificial del alcohol?
Un directo va más allá de lo físico, más allá de que toquen delante de ti. Un concierto es crear de nuevo tu música, compartir con todos tus canciones, y explorar tus propias melodías, cambiando en el último momento un si bemol por un do sostenido, porque en ese momento el cuerpo te lo pide así, porque tus dedos se han movido solos y tú tampoco has querido detenerlos. Un concierto es contagiar al público tu placer, las sensaciones de la música que lo embarga todo con volumen atronador, como una marea que inunda la sala, el estadio o el local vacío, es hacer que la gente se olvide por un momento de todo, aunque sólo sea una fracción de segundo, y se sientan parte de una historia, de unas manos que se mueven a lo largo de un mástil, que todo lo que tengan en su interior sea música, que agiten las manos, unidos todos por la luz de un escenario y reflejos escarlatas que bailan s su alrededor.

Tuve la suerte de sentirme parte de la música en muchas ocasiones, es como si algunas canciones formaran ya parte de mí, como si se hubieran amoldado perfectamente en el interior de mi cuerpo... la melodía que siempre guardaré será Don´t cry, de los Guns ´N Roses. Sensaciones que nunca olvidaré, en Porto, cuando los Stones comenzaron a tocar Satisfaccion y yo me levanté de las gradas y vi a Mick por primera vez de cerca... o cuando en San Sebastián abrieron las puertas del estadio después de doce horas de cola, y todos comenzamos a correr. Por todo el césped había maderas y bolsas, y yo me cuidaba más de esquivarlos que de darme prisa. Entonces vi que la gente a mi alrededor me adelantaba, y como si se hubiera encendido algo en mí, comencé a correr con todas mis fuerzas. Solté todas las bolsas que llevaba y dejé de mirar al suelo, tan sólo al frente y a la barandilla delante del escenario. Cuando me quise dar cuanta, estaba chocando contra ella. A dos metros de los Stones.
Y tan especiales como todos estos grandes grupos son los que todavía no han comenzado a volar del todo, los que todavía no han alcanzado las estrellas, pero que caminan en la noche y la crean ellos mismos. Crean su propia oscuridad, su propio sendero, su propia luz de la luna.
¿Es su música menos importante por ello?
Para responder esta pregunta habrá que hacerse algunas más... ¿acaso su música no transmite un sentimiento? ¿Acaso sus conciertos no consiguen encender algo en ti?
Una canción no es mejor o peor depende de quién la toque, sino de cómo la toque. Una canción ES.

Y hay grupos que, habiendo empezado desde su noche, han creado un camino tan importante que en mi opinión personal lo comparo con la calidad de los Stones, Led Zeppelin o todos los grandes.
Ellos se llaman Skydancer.
Después de caminar la noche, bailarán el cielo.

sábado, 13 de febrero de 2010

CUANDO ACABE LA MÚSICA

Se dejó caer sobre la silla, se amoldó a su forma como si quisiese no volver a levantare nunca más. Era mejor no volver a verlo. No quería despedirse. No quería estar allí cuando él saliese por la puerta, atravesase el patio en inestantes demasiado rápidos y se perdiese por las calles grises, volviendo la vista atrás y rozándola a ella con sus ojos para depositarlos finalmente sobre otra persona. No merecía la pena. Ella lo había dado todo y no había conseguido nada. Y ahora su marcha era inevitable, era el final al que en el fondo ella sabía que estaba destinado.


Entonces, de pronto unas notas inseguras comenzaron a mezclarse con las palabras del pianista, que había comenzado a tocar. Primero poco a poco, luego entrelazándose los sonidos con las risas, formando una marea de sonidos conmovedores. Ella agachó los ojos y dejó que la música la invadiera lentamente... lentamente, cada vez más... hasta sentirse parte del pentagrama, de las fugaces teclas blancas, de todo lo que ocurría en esos momentos. Y el rostro de él comenzó a invadirla también, mezclándose con la música, tomando color en cada parte de su cuerpo.

Las dudas se agitaban con la misma rapidez que las notas de la canción. Todavía no ha acabado. El pianista todavía no ha dejado de tocar.


En un instante, ella se levanta. Sólo duda una fracción de segundo y entonces echa a correr. Irrumpe el sonido de sus pasos en la melodía, que va quedando atrás pero que sigue sonando en su mente. Abre la puerta verde, corre, corre, todavía no es tarde, las escaleras se deslizan como el humo bajo sus pies, llega al fin... y él no está. Ya se ha ido.


En un rincón de sí misma, una canción sigue sonando.

No ha podido verlo, pero no le duele tanto cómo ella hubiese temido. La música no ha acabado aún.

viernes, 12 de febrero de 2010

DESPERTAR

Despertar sin ti... como todas las mañanas. De nuevo una sensación intensa en la garganta, como un nudo que atenaza mi voz y me llena la cabeza de tu esencia nada más abrir los ojos. ¿Algún día no serás lo primero en lo que piense al despertar? Debería haber una palabra para decir cómo me siento cuando descubro que de nuevo no fuiste más que un sueño... tus palabras, tu abrazo, fruto de mi imaginación otra vez. Me encantaría poder refugiarme de la realidad para siempre. Debería haber una palabra para decir que te tengo y cuando llega, la mañana me arrastra lejos de ti.
Después de la angustia, la tristeza comienza a entumecer el dolor... la amargura se convierte poco a poco en tan sólo una sombra de melancolía...
...fácil de disimular ante el espejo con algo de maquillaje y una sonrisa falsa de carmín antes de salir a la calle y enfrentar un "estás bien?", un "¿has llorado?", una sensación de pérdida... un nuevo día sin ti.

ARRANCAR LO QUE ME QUEDA DE TI

Arrojarme al vacío, sentir el aire gélido cortar mi piel, y el estallido rojo y azul contra la piedra. Los huesos quebrándose, despedazándose con un dolor entumecido. Hundirme en el río, dejarme arrastrar por la corriente y ahogarme desgarradoramente, el agua atravesando mi garganta y quemando mi piel mientras sofoca un último aliento. Escarbar en la tierra húmeda y dura, romperme las uñas y los dedos en el intento, y seguir hundiendo mis manos inertes en su marrón impenetrable, el frío mojado y seco envolviendo mi piel como agujas entre el polvo. Despedazar el suelo con mis dedos y mi cuerpo agonizante. Gritar, estallar un alarido salvaje en mi garganta, romper mi voz y lanzarla contra la noche, al viento como un aullido. Hacerme pedazos en mi interior, sentir mis venas estallar una a una e inundar con mi propia sangre mi cuerpo, atenazando mi corazón y ahogando sus latidos con su propio líquido incontrolable.
O simplemente ARRANCARTE de dentro de mí. Desgarrar lo que te une a mi cuerpo.

AMARILLO ENFERMO

Levantó febrilmente los ojos hacia la luz enfermiza que se filtraba por las cortinas pálidas de la habitación. Le costaba enfocar bien por todo lo que había llorado y los rayos del sol le dañaron la vista. Exhaló un último suspiro, el eco de un sollozo que ya no intentó reprimir, un sonido demasiado débil que se quedó guardado entre aquellas cuatro paredes. El día parecía amarillo sucio a través de la ventana empañada. Un rayo de sol apareció suavemente atravesando el cristal. Hizo refulgir un destello en sus ojos verdes, y los cerró con fuerza. Sentía su dolor en los párpados, en las pestañas empapadas, en las cuencas vacías ya de lágrimas con las que desahogar su amargura.

Amarilla la luz se filtró por última vez.



Ella se llevó las manos al pecho, echa un ovillo. Todo era por última vez. Los últimos restos de lágrimas grises por sus mejillas y su cuello, el último escalofrío de calor cuando el sol acarició su espalda desnuda.

Entre el entumecimiento que comenzaba a adormecerla, distinguió el canto matinal de un pájaro. Le pareció el sonido más maravilloso del mundo. Aquellos últimos minutos, el zumbido del teléfono desconectado y los crujidos de las cortinas eran las últimas melodías que la aferraban al mundo real, tirando de ella hacia la habitación amarilla y la luz, mientras que en su interior las sombras la arrastraban hacia su inmensidad vacía. El trino del gorrión se sumó a los últimos sonidos. Ella nunca se había detenido a sentir el canto de un pájaro. Pero descubrió que era hermoso. Todo era hermoso en esos momentos, mientras todo lo abandonaba y todo se desvanecía. Todo, por última vez, lo vio como lo que era.



PD: Entrada número cien

miércoles, 10 de febrero de 2010

CUATRO PAREDES Y UN AROMA

Me quedan cuatro paredes, un jardín marchito ya, un amanecer cada mañana, un garabato en un trozo de papel para recordar que estuviste aquí. Una sensación que sube por mi garganta cada vez que pienso en algún momento, un aroma fugaz que inexplicablemente me lleva de nuevo hacia ti, alguna palabra enredada en un muro, es todo lo que me dejas para saber que no fuiste un sueño. Para creer que exististe realmente. Para inventarte de nuevo. Una parte de mí misma que todavía se estremece cuando pronuncian tu nombre, alguna carta olvidada en un rincón, una huella en el cemento que después secó y guardó hasta hoy tu ausencia. La horma vacía de tu zapato.
A veces me pregunto si abandonando todo esto conseguiría olvidarte, si algún día despertara sin pensar en ti, creyéndote realmente parte de un sueño. Sin ningún objeto para guardar tu esencia.
Sé que sería imposible. Más importante que nada es que te quiero. Esa es la prueba más verdadera, la que más siento. La huella más firme, imborrable, fue la que dejaste en mi corazón. Qué importa esa carta, un amanecer. Tú estás en mí. Aunque no lo sepas.
Y cada día, te imagino entre estas cuatro paredes, te creo a mi lado, pienso que aquella carta iba dirijida a mí, hundo lentamente mi pie en la marca que dejaste entre el cemento. Me encanta comprobar todas las noches que tu zapato era exactamente igual que el mío. Que encajo perfectamente en la marca de tu pie.



AHORA QUE PIENSAS QUE TODAVÍA

Ahora que piensas que todavía no sé vivir,
déjame reírme de la vida.

Ahora que piensas que todavía no he encontrado obstáculos,
déjame reírme de ellos.

Ahora que piensas que todavía no he estado sola,
déjame reírme de la soledad.

No guardan maldad alguna mis burlas,
tan sólo una fingida ignorancia,
un falso desafío al tiempo.

No veas la crueldad en el sonido de mi risa
cuando me parezca absurdo el sentido de vivir
y la línea entre el humor y el miedo se halla quebrado.

No pienses que realmente mi ingenuidad es verdadera,
y a cambio te prometo
comprender y no guardar rencor
a los que como yo,
se mofarán de mi persona y mis problemas
cuando llegue el momento y el tiempo haya tomado venganza.

Pero ahora mismo sigo estancada en los minutos,
intentando no comprender todavía,
así no me abras los ojos
y déjame reírme un poco más.


Me recuerda un poco a la traducción ya sin rima que sale de algunas canciones... en fin, tal vez yo también necesitaría una libretita para apuntar al momento mis versos. Con sólo el esqueleto de una idea, me es muy difícil crearla de nuevo y el resultado es frustrante. Estaba bastante mejor (si ya no era una maravilla de por sí, era bastante diferente) en mi mente... como casi todo lo que hago.

domingo, 7 de febrero de 2010

HABLAR CONTIGO

Con la frente apoyada contra el cristal de la ventana, he dejado de sentir el frío en mi piel. Lo único que escucho es tu voz. Lo único que querría hacer en estos momentos sería hablar contigo.
De cualquier nimiedad, de cualquier tontería, tan sólo hablar y que me hables, y ver que me escuchas y esperar tu respuesta. Hablar, hablar, hablar, como tomar una flor entre las palabras e ir deshojándola cálidamente, hablar sobre algo, sobre nada, decirlo todo sobre esa cosa hasta dejarla desnuda, sin pétalos, pero arropada entre las frases y las ideas interrumpidas, las palabras inacabadas, todo lo que dices, lo que yo guardo y lo que hablamos hasta que el tiempo se agota y yo me tengo que ir de nuevo. Incluso entonces, sigo hablándote en silencio, imaginándote y creando tus ideas interrumpidas y tus palabras inacabadas y diciéndote, con la mirada, que te quiero.


¿Por qué es tan diferente todo ahora? ¿Y por qué lo que tendría que cambiar no lo ha hecho? ¿Por qué ahora estás mudo... para mí?


A través de la ventana se derrama el gris de la tarde. Pensar en ti es lo único que no me hace daño en estos momentos, y he dejado de sentir el frío en mi piel.

Siempre seguiré hablándote, aunque tú ya no respondas, sé que puedes escucharme.

ENSEÑARTE A VOLAR DE NUEVO

Te recogeré como la arena en el hueco de mis manos, cada vez que caigas, cada vez que no seas capaz de levantarte de nuevo, y yo te tenderé el brazo y soplaré sobre ti, esparciéndote por el viento, para que vueles otra vez. Y siempre estaré bajo tu camino para amortiguar tus golpes si alguna vez necesitas que te enseñe a volar de nuevo. Me tienes para siempre, has dejado olvidado un granito de arena en un recoveco de mi piel.

sábado, 6 de febrero de 2010

NOSTALGIA

Extiendes tus brazos, rodeando todo mi cuerpo.
Acercas hacia mí tus manos y las posas ardientes en mi cuello, deslizándolas hasta mi corazón. Lo sientes latir. Es una sensación muy cálida.
Entonces tus dedos comienzan a hundirse en mi piel, rápido, sin darme tiempo a cubrirme y protegerme, tus manos desgarran mi carne y grito, un alarido de dolor profundo, y tú me escuchas y paraces excitarte con mi sufrimiento y me rompes con ahínco, con anhelo, abriéndote paso entre las venas que estallan y mis músculos calientes hasta llegar al corazón. Tus dedos rodean los latidos y se ciernen sobre ellos aprisionándolos hasta ahogarlos. Ahora todo está salpicado de sangre, y tú lo tiñes todo, estás en todo. Sacas lentamente mi corazón de su hueco, arrancándome con un suspiro lo que me queda de vida, y lo guardas en algún sitio que yo no alcanzo a ver.
Entonces hundes tú la mano en tu pecho, con placer, y extraes de tus entrañas otro corazón latiente, cálido y violento, demasiado grande. Sin darme tiempo de nuevo a reaccionar, ahondas de un mordisco el agujero de mi pecho. Ni siquiera yo me doy cuenta de que estoy gritando hasta que me tapas la boca con tus labios ardientes. Y con un rápido movimiento, metes tu corazón en mi pecho, donde antes estaba el mío. Es demasiado potente, algo para lo que no estoy preparada. Me duele a cada latido.

Alargas un poco más tu beso, que lentamente se hace más suave y débil, y con una caricia que casi no logro percibir entre el delirio, cierras la herida sangrante de mi pecho. Estoy al borde del vacío y puedo sentirlo. Se me nubla la vista.
Tiernamente, limpias con tus propias manos la sangre de mi piel, y besas por última vez mi cicatriz.


Ya no sangra. Ya no existe es herida. Nunca ha existido. Pero la cicatriz quedará para siempre, y tus latidos seguirán lastimándome eternamente, dentro de mí.
Te echo de menos. Te has dejado olvidado tu corazón en un recoveco de mi cuerpo, y te has llevado el mío.

Nostalgia.

DOLOR

Dolor. Dolor que me nubla la vista, dolor que lo tiñe todo de un color turbio.


Dolor por lo que ha ocurrido y por lo que pudo haber pasado, dolor entumecedor.


Dolor por no poder arrancarme desde dentro tus recuerdos. Hundir la mano en el pecho, entre la sangre, y romper esos momentos, desgarrarlos del corazón. Hacerlos añicos con los dedos rojos, matar con el silencio y con los dientes las hebras de carne inquebrantables que te atan a mi cuerpo.


No melancolía, no tristeza ni añoranza. Dolor. Dolor profundo, nostalgia pura y turbadora. Dolor por querer vivir de nuevo esos instantes, por querer haber vivido otros de distinta manera, por no poder matar algunos.


Dolor por ti y por un eco que has dejado entre todas las palabras, un eco sin color ni voz, sin tu olor y sin un quizás. Ahora eres tan solo un sentimiento que persigue y se ahoga a través de mis pupilas envenenando todo lo que veo, a través de mis labios silenciando todo lo que digo, a través de mi corazón hundiendo todo lo que quiero: d o l o r.





Nada más es lo que siento en estos momentos, tu amor escondido en un rincón casi olvidado de mí misma.


Dolor por haberte perdido y por haberte tenido algún día y no haberme dado cuenta...

viernes, 5 de febrero de 2010

Y ELLA ERA

Y ella era el tiempo,
y era los días y los minutos,
y era el otoño cuando las hojas doradas crujían mudas bajo
nuestros pies.
Y ella era las horas,
y era los olores y la voz,
y era la sombra de mi sombra cuando atravesaba los ecos de
la primavera.
Y ella era las noches de verano,
y era los amaneceres cálidos y azules,
y era los paseos sobre el reflejo de nuestras manos plateadas
sobre la hoguera.

Y ella es el invierno,
y es las maletas frente a la entrada,
y es la niebla en la ventanilla,
y es la mano que se agita despidiéndome, perdiéndose
en el frío.