viernes, 20 de agosto de 2010

SIEMPRE HUÍ DE ESAS PALABRAS

El fin. Nunca más. Siempre huí de esas palabras. Y ahora, de nuevo, son inevitables. Demasiadas despedidas y jamases, y esta es seguramente la más dura
Darme cuenta de que lo he perdido todo irreversiblemente, el tiempo y la realidad se han impuesto como una angustia inevitable, una garra en la garganta.
Y realmente no sé cómo despedirme de ti.
Cómo decirle adiós a lo que más me importa en el mundo. Te necesito, no soporto perderte, no puedo dejarte.
Estoy destinada a absorver y respirar siempre cada una de estas paredes.
Hoy no quiero consolarme. Mañana será un nuevo día y amaneceré tranquila y optimista. Pero hoy sólo puedo sentir que necesito estar contigo. Y que no te tengo.
Dios, yo sólo quiero verte respirar, quiero ver cómo agitas el sobre de azúcar entre tus dedos. No pido nada más. Nada más. Tan sólo estar contigo y que finjas que esto no ha acabado.
Miénteme. No me mires a los ojos y di que sigues aquí.
Di "hasta mañana".
Aunque no nos queden mañanas y sea inútil retener el pasado.

1 comentario:

Selina dijo...

Ahora te mandaría a ya sabes tú dónde xD