Un nombre para los extraviados,
un olvido postizo de cincuenta centavos
para los que han encontrado el camino.
Quiero dejar mi nombre,
falsa retención de la nada,
falsa protección de lo tal vez
nunca sido.
Si sólo puedo llenar el futuro
para juzgar el pasado,
quiero inventar de donde vengo.
Al fin no soy un hombre.
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2 comentarios:
Cada día, Selina, me gusta más como escribes.
¡Me alegra tu reconocimiento! jaja
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