Recostado fríamente contra mi cuerpo sin envolverme, como siempre hacías, con tu magia. Esta vez me has arrebatardo en lugar de darme, y te he sentido, por vez primera, blando, frío, y blanco.

No demasiado tarde para descubrir el mundo desconocido, para ver lo que eclipsan las luces, incluso de aquellas, que aunque muertas, se recuerdan por todo lo que han alumbrado... Diario de preferencias y curiosidades sobre literatura, música, ciencia, fútbol y dibujo de Selina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario