La lluvia sigue cayendo
sobre la ciudad mojada
y estremecida por la noche.
A través del cristal confundido
tiritan las luces de los coches y los escaparates
entre la humedad y la bruma, desparramándose,
serpenteando bajo mi ventana sucia y enmarañada.
A través del cristal salpicado
la lluvia sigue cayendo,
y contemplo las aceras grises
y los reflejos de la oscuridad efímera.
Todavía guardo el aroma del whiscky en el paladar
y me pregunto,
mientras las gotas me aturden estrellándose en el asfalto,
por qué estoy tan solo.
A lo lejos, y tan cerca, la
ciudad se enciende para esconder la noche.
Luces y polvo, entre la lluvia.
Sigue cayendo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Me encanta, me gusta que la ciudad se encienda "para esconder la noche".
^^ muchas gracias, Candy, te debo unas entradas!
Publicar un comentario