Me fijé en tus uñas. Imaginé que las clavabas en mi muslo y me arañabas la piel lentamente, mientras que yo incaba mi mirada en la tuya, y descubría la excitación en tus ojos.
El sonido de tu máquina de escribir me trajo de nuevo a la realidad. Tras tu cuerpo, ya minuciosamente estudiado, está la pared azul y la puerta transparente que da a la terraza.
-Te deseo- exclamé en un grito siseante de repente.
Lentamente, levantaste los ojos de tu máquina de escribir y me observaste a través de tus gafas. Yo cerré los párpados y mi respiración se agitó. Seguías escrutándome. Lo podía notar. Sentirlo. ¿Qué parte de mi cuerpo estarías mirando?
-Qué vas a hacerme ahora- gemí, enloquecido por los segundos interminables de silencio.
-Qué quieres que haga- no era una pregunta. Tu voz suena muy cerca ahora, y siento tu aliento estrellarse ardiente contra mis sienes.
Ya sólo podemos hacer una cosa.
lunes, 4 de enero de 2010
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3 comentarios:
¿El protagonista es hombre? Solo hay un adjetivo en masculino.
Genial, exitante...
No habia dado una vuelta por tu blog, pero me ha gustado, gracias por el ultimo comentario, ten por seguro que me inundo de los buenos momentos que vivi o que a veces aun vivo con el, pero no he podido evitar dejar de ser insensible a alguien mas
Mil gracias por tu consejo
Besos
Sí, el protagonista es un hombre
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