miércoles, 22 de abril de 2009

CAPÍTULO 1

Nota: Siglo V-VI
Corte del Rey Arturo
Inglaterra, Camelot (Palacio de las luces)
El principio de este libro comencé a escribirlo hace más de un año. Quizá se os antoje demasiado infantil, y las ideas que desarrollo a lo largo de la historia reconozco que no son nada originales, demasiado enrevesadas y sin mucha calidad.
Sin embargo, hoy me apetece compartir... compartiré mi libro


-No sé qué estará haciendo esa salvaje- susurró Mary.
Jane y Elizabeth intercambiaron una mirada.
-No deberías hablar así de tu hermana- dijo Jane.
-También yo soy vuestra hermana- gimoteó Mary, y su mirada amenazó con anegarse en lágrimas, mientras obervaba un ramillete de flores que había en el suelo- y deberíais respetarme un poco más. He oído cómo le decíais a padre Arturo lo caprichosa que yo era.
-Nos había parecido mal que te gastaras todo el dinero que nos regaló padre por Navidad en tus trapitos de seda- sonrió Elizabeth con cariño- eso es todo.
-¡Os habíais enterado!- replicó Mary sorprendida y ligeramente avergonzada.
-Eres una egoísta- siseó Jane.
-Y tú... tú... ¡tú sólo te preocupas de tus poemas y de tus secretos!
-¡Dejadlo ya, ¿de acuerdo?!- exclamó Elizabeth de pronto , y se incorporó de un salto de su silla.
Se disponía a abrir la puerta para abandonar la habitación cuando entró Lily.
Su cabello alborotado y naranja como el Sol del ocaso se deslizaba ondulado bajo su casco plateado de guerrera.
-¿Qué se supone que has estado haciendo?- dijo Jane.
-Estaba entrenando con mi espada en los establos , ya lo sabéis- respondió con una sonrisa- No he llegado tan tarde.
-¿Ah, no?- exclamó Mary, y se incorporó de su silla, dejando caer los pétalos de rosa que sostenía en el regazo. Sus ojos chispeaban- ¡Ya estoy harta de ti y de tus estúpidas peleas con la espada!
-¿Qué? Eso es cosa mía, ¿verdad, Jane?
-Sí. Pero verás, últimamente pasas allí todo el día, y...- reconoció ésta.
-¡Pero tú siempre has dicho que debíasmo perseguir nuestros sueños y concentrarnos en ellos!¡Transcurres el día enfrascada en tus poemas y tus libros!
-Eso es diferente, Lily, una princesa no debe practicar el tipo de actividades que haces tú- susurró Elizabeth, al ver que Jane se quedaba sin argumentos- Es... diferente.
-¡No, no lo es!- dijo Lily intensamente, y abandonó la habitación encerrándose en su dormitorio de un portazo.
Elizabeth se giró muy consternada hacia sus hermanas. Éstas estaban observando con curiosidad una extraña espada que Lily había traído con ella esa noche de sus entrenamientos a los aposentos del castillo.
-¿Qué será esto?- inquirió Mary con interés.
-No lo toquéis por se acaso- objetó Elizabeth- puede que sea algo importante para ella.
-¿Importante?- se burló Mary- ¿Importante?
-¡Sí, importante!- chilló Jane, que había estado reprimiendo su confusión durante toda la discusión- ¡Es nuestra hermana, y como todas nosotras tiene sus preferencias!
Mary se incorporó sin decir una palabra, dirigió una frívola mirada a sus dos hermanas, y se fue a su habitación.
- Creo que deberíamos acostarnos- susurró Elizabeth.
-Tú crees muchas cosas- dijo Jane, y caminó hasta su dormitorio.
Elizabeth se desplomó en una silla, y dejó que las lágrimas corrieran por sus mejillas.

4 comentarios:

Durch dijo...

¿Habrá más?

Selina dijo...

¡¡Cantidad!!
En el libro real llevo más de cuatrocientas páginas aproximadamente xD

Anónimo dijo...

Bueno a poner el resto de los capítulos

Anónimo dijo...

Bueno a poner el resto de los capítulos