El último poema de SONRISAS QUE NUNCA VOLVERÁN, y quizá el más bonito. Apuesto a que estos versos están dedicados a alguien...
Ha pasado tanto tiempo.
Y aún ayer los trenes
me recordaban tu silencio.
Aún las copas de los árboles
guardaban con sigilo tu promesa.
Aún las farolas me decían
que te habías ido.
Aún los caminos me guiaban
hacia la estación
donde altas copas
se alzaban en el patio.
Donde farolas los iluminan
pálida y tristemente.
Donde tú te fuiste y me dejaste
tu silencio, tu promesa.
Ha pasado tanto tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario