Para C.
He vivido las soledades más profundas junto a ti.
He conocido los días más sutiles, la luz más despierta.
Contigo, mis dos manos son cien manos
y mis pies no se detienen
o bien caminan sin moverse.
Todo lo llevas con tu sombra,
todo lo alejas de mí.
Aquí me dejas
completamente limpia, llena de luz
y de ruinas.
He bebido azul el gris de la mañana
junto a ti.
Bendita e intacta y radiante eres.
Aquí en mi memoria y en nuestra infancia al menos,
que son lo único indestructible
de este mundo.
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